En EL CASTILLO ANDANTE —nominada al Oscar— Miyazaki construye un universo épico, poético y siempre extraño a partir de un cuento de la inglesa Diana Wynne Jones. Lo primero que llama nuestra atención es la escenografía de la historia, algo así como la mezcla de una urbe europea decimonónica con tecnología del siglo XXII.
Aquí, una joven de 18 años llamada Sofie se transforma en anciana a raíz de la maldición de una perversa bruja. Afortundamante la chica conoce a Howl, un poderoso mago que vive en un castillo andante junto a un simpaticón demonio llamado Calcifer y un misterioso espantapájaros. La protagonista se verá involucrada de esta manera en un mundo secreto donde se desatan guerras entre magos y brujas.
Miyazaki mezcla elementos occidentales —como el ambiente europeo, los ingredientes míticos y la protagonista sometida bajo el rigor laboral y familiar al más puro estilo Cenicienta— con asuntos orientales como el honor y todos esos detalles que contribuyen al exotismo del animé. La fusión de estos dos mundos se aprecia también en un trabajo gráfico donde se dan la mano los clásicos dibujos que hemos visto en libros de cuento con aquellos personajes de ojos brillosos y figuras esbeltas que durante años Pipiripao metió en nuestro disco duro. A esto se suman las interesantes voladas de Miyazaki: detalles surrealistas y maquinarias davincianas que le dan autenticidad a la obra.
Pero hablar de la película es llevarla al reduccionismo. Verla es en realidad una experiencia visual, sensorial, donde cada detalle cobra importancia. Miyazaki asombra con un cine que podría interesarle a cualquier tipo de espectador, no sólo a aquellos adolescentes que se paran el pelo con gel y escuchan j-pop. Una buena noticia: el animé ya es para todos.
Todo Calera de Tango podrá disfrutar de esta grandiosa película japonesa, que cerrará el Ciclo de Cine, el día 10 de marzo en el Estadio Municipal Alfonso Ruiz-Tagle.
-Fuente información: Analizame.cl-
